Panamá, 5 de marzo de 2014. El llamado “Topón” o encuentro de las Reinas de Calle Arriba y Calle Abajo, que ocurre en la ciudad de Las Tablas, provincia de Los Santos, pone fin a las actividades de los 4 días de carnavales, forma parte de una tradición anual que involucra la quema de fuegos artificiales, es disfrutada con alegría por nacionales y asombro por los turistas.
En el Topón, que dura aproximadamente una hora y media, ambas reinas miden sus fuerzas y el despliegue de dinero invertido, la vencedora es la que más cantidad de fuegos artificiales ha quemado, es realizado simultáneamente por ambas calles al amanecer del miércoles de ceniza.
Lo que lamentablemente desconocen los asistentes, es al gran riesgo que se exponen por la inhalación del humo altamente tóxico durante esos 90 minutos continuos, producido por la quema de fuegos artificiales, además del daño auditivo y algunas veces se pueden hasta presentar irritaciones en la vista.
Los diferentes colores y efectos de estas exhibiciones se consiguen gracias a la adición de metales en la pólvora. Cuando se produce el espectáculo pirotécnico se origina mucho humo y se liberan diminutas partículas metalíferas (de un tamaño de varias micras o menos), lo bastante pequeñas como para ser inhaladas profundamente en el pulmón.
El efecto es casi inmediato en personas asmáticas, alérgicas o que padecen de rinitis, ya que seguidamente se produce la obstrucción de las vías aéreas, efecto de la inhalación de estas sustancias altamente tóxicas que el cuerpo no tolera.
También se pueden presentar cuadros de neumonías, broncoespasmos, conjuntivitis y si es prolongado el tiempo hasta cáncer del pulmón, cuánto menos sea la exposición al humo, menos efectos negativos tendrá para la salud, aunque la mejor solución es evitar inhalarlo.
Igualmente, el humo tóxico sube a la atmósfera lo que ocasiona efectos contaminantes, por los niveles de: aluminio, el titanio, el bario o el antimonio, y las concentraciones de óxido nítrico (NO) y dióxido de azufre (SO2), que son esparcidos al ambiente.
El riesgo es igual, para todo el que estuvo presente, el público, los periodistas, los policías, las reinas, los camarógrafos, los visitantes, incluso el mismo personal del Cuerpo de Bomberos o de los organismos involucrados en atender emergencias, como la Cruz Roja, o el SUME 911.
Una tradición bonita, pero altamente tóxica…
Redacción y colaboración de Giovanni Young
Quetalasi@gmail.com
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